Ensalada con queso y nueces
Esta ensalada simple y sabrosa es un plato ideal para un almuerzo o cena ligero. Combina nueces crujientes, textura delicada de queso y notas frescas y refrescantes. Se prepara rápidamente, y los ingredientes probablemente se encontrarán en su cocina.
La elección del queso y las nueces es la clave del éxito
Para esto, la ensalada es perfectamente adecuada para variedades sólidas de queso, por ejemplo, parmesano, un suizo o holandés sólido. Tienen una nota salada agradable, que va bien con las nueces. ¡Las nueces son indispensables! Elija nueces frescas no ardendentes, para obtener el mejor gusto y aroma. Es importante que se limpien de la carcasa. Si las nueces se fríen, entonces el sabor puede ser demasiado intenso y matar otros componentes de la ensalada.
El secreto de una combinación exitosa de ingredientes
¡No tengas miedo de experimentar con verduras! Las verduras frescas, como la rúcula, las espinacas o las hojas de ensalada, son perfectas. Agregar vegetales frescos, como tomates cherry o piezas de pepino, hará que la ensalada sea más voluminosa y nutritiva. Un punto importante son las proporciones. No debe haber demasiado queso y nueces para no interrumpir el sabor del resto de los componentes. ¡Elija los componentes que le guste y no tenga miedo de los experimentos! Por ejemplo, las piezas de pimiento o los hongos en escabeche serán excelentes adiciones.
Reabastecimiento de combustible y alimentación: los últimos golpes
Un vinagre balsámico ligero o simplemente un poco de aceite de oliva con jugo de limón es ideal para repostar. Todo depende de sus preferencias de sabor. No exagere con el reabastecimiento de combustible: esto puede hacer que la ensalada sea demasiado grasa o agria. Antes de servir, mezcle todos los componentes a fondo. Puede servir una ensalada como un plato independiente o como guarnición para la principal. Puede decorarlo con ramas adicionales de verduras o nueces enteras. ¡Buen provecho!